Vivian Trías, el Mayor Agente de la StB en América Latina

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La doble vida del notorio intelectual de la izquierda – Un Uruguay Vendido (2)

Una de las ediciones del polémico libro de Galeano.

Vivian Trías es una especie de ícono, de símbolo, no solo para los intelectuales de la izquierda uruguaya, sino también para los intelectuales de toda la izquierda latinoamericana. Pese haber fallecido en el año de 1980, su memoria se mantiene viva hasta los días de hoy. En Montevideo, una importante e activa fundación cultural que lleva su nombre (Fundación Vivian Trías, http://www.fundacionviviantrias.org) es la responsable por preservar y divulgar los hechos de Trías. Entre otras cosas, y gracias a esa fundación, sus trabajos siguen siendo mencionados por casi la totalidad de los intelectuales de izquierda, desde México, pasando por Bolivia, Uruguay hasta la Argentina y Chile. Todas las biografías de Trías disponibles en Internet  contiene variada información sobre su vida y obra;  y a través de cuales sabemos que: en el año de 1938 ingresa al Partido Socialista (del Uruguay); fue profesor de Historia en un Liceo de su ciudad natal, Las Piedras; fue electo diputado por dos veces; fue arrestado en razón de sus convicciones; cumplió con la función de Secretario General del Partido Socialista y; esencialmente, escribió varios libros, trabajos y artículos para la prensa. La bibliografía “oficial” de Vivian Trías es realmente impresionante. Repleta de varias publicaciones donde el autor, desde una perspectiva marxista; critica el imperialismo, los Estados Unidos y el neocolonialismo practicado por las empresas occidentales en América Latina. No se afirmaba como comunista, pero glorificaba o socialismo (con el adjetivo “nacionalista”) y criticaba el capitalismo liberal. Trías y sus ideas influenciaron varios intelectuales de izquierda, entre ellos, podemos señalar a Eduardo Galeano, autor de aquel que fue posiblemente su libro conocido, escrito en el “continente oprimido” y apodado de la “biblia de la izquierda”. Nos referimos a su “Las venas abiertas de América Latina”, que por varios años después su primera publicación [1971], volvió a la escena en 2009 cuando o Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, regaló un ejemplar del libro al presidente americano Barack Obama. Importante subrayar que Eduardo Galeano, el autor de la obra, afirmó en textos y vídeos que Vivian Trías fue un modelo para él. “Un gurú” [i]. Hasta los días de hoy, varios intelectuales de la izquierda suramericana hacen declaraciones públicas sobre Trías en el mismo sentido da las de Galeano [ii].

Hugo Chávez regala a Obama el libro de Galeano en la V Cumbre de las Américas en 2009.

Al parecer, todas las biografías de Vivian Trías que encontramos en Internet estarían de esta forma, desactualizadas. Hay algo faltando, un dato muy relevante. De nada sirve buscar en las mencionadas biografías, por lo menos una breve referencia que valga, acerca de su doble vida a lo largo de 13 años, es decir, la comprendida entre los años de 1964 y 1977, periodo en que ejerció la función de agente secreto y trabajó a favor de uno de los países ubicado atrás del Telón de Acero: la República Socialista de Checoslovaquia, o más concretamente para su servicio de inteligencia, la StB (Státní bezpečnost). Trías fue un hombre muy conocido no solamente entre los intelectuales de izquierda, sino también dentro del servicio de inteligencia checoslovaco del I Directorado de la StB (departamento de inteligencia en el extranjero).

Předání agenta sovětským přátelům [entrega de agente a los amigos soviéticos]

En los archivos de la StB (disponibles actualmente a través del archivo ABS), se encuentra la carpeta completa dedicada a este colaborador secreto. En ella, en la primera página de la nominada “Ficha de Control”, ya nos llama la atención. En el documento, el oficial de la StB de alias Vnouček (nombre real: Čestmír Vepřek) registró que el agente Vivián Trías, al cual esta carpeta estaba reservada, fue traspasado a los “amigos soviéticos”, es decir, para el servicio de inteligencia de la KGB. La transferencia se dio porque en 1977 la StB encerró su rezidentura (base en el extranjero) en Montevideo y para que el admirable y eficaz agente no fuera inutilizado, sucedió el traspaso a los soviéticos seguramente a pedido de la misma KGB. Además, como se ha afirmado en otros de nuestros artículos, los rusos estaban enterados y en detalles, de todo aquello que la StB hacía, y no solamente en el Uruguay.

La cooperación con el agente fue cesada el día 8 de noviembre de 1977, y nuevamente registrada por el camarada Vnouček con a su firma en una nota. De esta forma, el colaborador uruguayo de la StB estuvo de licencia por aproximadamente un año de sus obligaciones en los servicios de inteligencia de países del conocido bloque oriental…

Sin embargo, nos podríamos preguntar: ¿será que aquí, este documento, se refiere realmente al famoso Vivian Trías?

Veamos dos imágenes: la primera resulta de la versión uruguaya de la  Wikipédia y, la segunda, de la carpeta del colaborador secreto do servicio de inteligencia de la StB de alias “Rios”. Es decir, viene de una fuente secreta elaborada por el servicio de inteligencia de Checoslovaquia comunista, y que actualmente se encuentra disponible para cualquier investigador que quiera conocer estos documentos. Alcanza con enviar un formulario de solicitud al Archivo del servicio de inteligencia en Praga y, luego de recibir respuesta favorable, agendar fecha para visitar el archivo…

Como podemos observar, todas las informaciones coinciden: nombre y apellido, fecha y lugar de nacimiento. Nacido el día 30.05.1922, en la ciudad uruguaya de Las Piedras (aprox. 25 km del centro de la capital uruguaya). Todo acorde, pero hay un problema. En la Wikipédia o en otras fuentes, no existe ni siquiera una única referencia acerca de cualquier trabajo desempeñado para servicios de inteligencia extranjeros.

Es necesario agregar que la StB, todavía antes del reclutamiento del uruguayo, registró (tal como la Wikipédia lo hizo casi medio siglo más tarde), que es el autor de algunos libros “que critican el imperialismo estadunidense y británico en contra de los países de América Latina”.

Afirmamos entonces que, decididamente, no hay dudas de que es el propio Vivian Trías, descripto por la Wikipédia como autor que “escribió varios importantes y reconocidos ensayos que se inscribieron en una corriente de revisionismo histórico”.

El funcionario de la inteligencia checoslovaca de alias Vlasák estuvo al tanto del futuro del agente “Rios” desde el año 1961, gracias y a través del político uruguayo Chifflet. Se trata del socialista Guillermo Chifflet. Mientras Chifflet era uno de los varios, así conocidos, figurantes, un tipo de contacto con el cual el oficial permanente de la StB, en el ámbito de su trabajo, debería crear y conservar relaciones para mantener el disfraz y eventualmente obtener información y nuevos contactos. En este caso, el contacto con ese político desde el punto de vista do servicio de inteligencia, no evolucionó para algo más importante, además de haberles presentado a Trías (sobre el cual Vlasák registró la siguiente primera impresión: …abierto y parece tener relación cordial para conmigo…). El nuevo contacto, luego de algunos años, rindió inesperadamente buenos frutos: buenos, lógicamente, para el servicio de inteligencia checoslovaco. El inestimable contacto que Vlasák formó con Trías también está evidenciado por el hecho de que el primero encuentro entre ellos en el restaurante “Alhambra”, en la capital uruguaya, duró desde las 22:00 horas del día 21.07.1961 hasta la 01:00 da mañana y, el segundo, en un otro restaurante, en el inicio de agosto del mismo año, duró dos horas. El encuentro de tres horas con el nuevo conocido traería para el intelectual uruguayo importantes consecuencias: aquellas tres horas decidieron que, en un futuro próximo, su lealtad para con la patria y para con el partido socialista seria extendida a una tercera entidad: el servicio de inteligencia comunista de la StB. Tal es así que, tiempos más tarde, llegó a ofrecer incluso su partido político al servicio de inteligencia de Praga, dejándolo a los dictámenes de los oficiales StB. En otra oportunidad, volveremos a escribir sobre este punto específico.

Es necesario añadir que, en los años 70, el servicio de inteligencia checoslovaco evaluó Trías como o su mejor agente en toda América del Sur. Por ejemplo, en la evaluación correspondiente al año 1971, uno de los oficiales del I Directorado escribió: Rios [alias de Vivian Trías] es evaluado como uno de los mejores agentes de nuestro directorado y, en 1973, cuando fue planteado el aumento del premio regular mensual para el agente (era entonces de US$ 200), él fue evaluado del siguiente modo: Rios, en las actividades de inteligencia, es uno de los agentes más eficaces de la Sección 52 [Sección dedicada a los EEUU y a la América Latina]. Entrega información oralmente, trabajos elaborados por escrito y documentos. Cuando fue entrenado en Santiago de Chile en el arte de la escritura con tinta invisible, el oficial que condujo este entrenamiento registró: Rios es un agente de valor, memorizó todo. Deseaba aprender todo y demostró alta capacidad de absorber nuevas informaciones. Los funcionarios checoslovacos de la inteligencia no solamente redactaron elogios sobre él, sino también observaron sus debilidades resultantes especialmente por el hecho de ser latino, sin embargo eso no cambia en nada, pues, a lo largo de toda colaboración con el servicio de inteligencia de la StB, fue evaluado por este como un colaborador bastante útil, de gran valor y diligente. Podemos agregar que también realizó sus actividades para la inteligencia con todas las precauciones necesarias, debido a que la contrainteligencia uruguaya nunca lo puso al descubierto. Solamente su esposa sabía de sus contactos con la embajada checoslovaca y que esta relación tenía otra naturaleza. De todas formas, Rios reclutó e hizo de su señora una persona de conexión para el espionaje… Y ya que estamos hablando sobre reclutamiento: Trías también reclutó a algunos de sus conocidos, pero ellos no se enteraron de que se habían convertidos en espías trabajando en favor de Checoslovaquia. Y reclutó bajo falsa bandera, o sea, los persuadió que estaban espiando en favor del Partido Socialista. En realidad, la información obtenida por ellos era recibida por el oficial del servicio de inteligencia checoslovaco, que pagaba a Rios por la misma, y que a su vez les entregaba las retribuciones a sus agentes. Por ese motivo, en los documentos de la StB, Vivian Trías fue denominado no tan solo como un agente común, pero si como un agente reclutador. Esa denominación demuestra que se trataba efectivamente de un colaborador importante, que ampliaba su eficacia a través de la habilidad en adquirir más agentes que trabajaban (inconscientemente) en favor de Checoslovaquia comunista (y por lo tanto, también para Moscú).

Como agente, Trías no solo fue eficaz, pero sin lugar a dudas parte importante de su trabajo en favor del servicio de inteligencia de Checoslovaquia comunista estaba concentrada en las conocidas Operaciones Activas, que a continuación en los años 70, fueron establecidas como acciones psicológicas. Estas eran, primordialmente direccionadas en contra del así conocido enemigo primero, es decir, en contra de los EEUU. El objetivo de esas acciones era la de socavar la posición de los EEUU y desacreditar su política internacional. En el ámbito de estas operaciones, Trías publicó materiales encargados por la StB en revistas, diarios (especialmente en los diarios Época, El Sol e Izquierda) y también en sus libros. Esto significa que la mayoría de sus trabajos, mencionados y publicados hasta el día de hoy, se inició y fue financiado por el servicio secreto checoslovaco de la StB. Aquí debemos aclarar que probablemente todos los libros publicados por el agente Rios durante su colaboración con la StB formaron operaciones activas. Cada una de estas operaciones (sigla. AO) poseía su nombre, presupuesto y su correspondiente carpeta, en la cual fue registrado todo lo relacionado a esta operación. La gran parte de las carpetas AO fueron destruidas. De este modo, no podemos describir exactamente estas operaciones, pues, faltan materiales de origen, sin embargo hay indicaciones acerca de estas operaciones no sólo en la carpeta del agente Rios, sino también en otros varios documentos de la StB. En la carpeta personal del agente se encuentra, por ejemplo, todos los gastos financieros meticulosamente registrados y desglosados en cada operación. A la par, podemos encontrar indicaciones sobre estas operaciones en otras carpetas, por ejemplo, en las carpetas de correspondencia operacional entre la Central en Praga y la rezidentura en Montevideo. Basándonos en estos registros, es posible reconstruir el curso de cada operación AO y relaciónalas con los correspondientes libros de autoría de Vivian Trías, los cuales, repetimos, surgieron por encargo y dinero de la StB. Es posible sostener sin equivocación, que la mayoría de los libros del ciudadano de Las Piedras, publicados entre los años de 1964 y 1976, fueron encargados por la StB. Lo cual significa que el servicio de inteligencia checoslovaco mantuvo el control sobre el contenido de estos libros, auxilió en la su distribución y, pagó por las publicaciones. Además, premió el autor adicionalmente con dólares estadounidenses por la ejecución de cada operación activa. Evidentemente, los espías comunistas tenían ambiciones mucho más grandes, y por eso el agente Rios efectuó también AOs de otros tipos, no únicamente a través de la prensa y de publicaciones. Vale la pena mencionar la AO MINA: se trataba de la instauración y control de organización juvenil que, acorde a las instrucciones de Trías (y este, a su vez, acorde a las instrucciones de su oficial conductor), organizaba manifestaciones antiestadunidenses, acciones relacionadas con folletos, teniendo incluso condiciones de ejecutar acciones con el uso de violencia. El número de miembros pertenecientes a esta organización alcanzó, en su fase máxima, hasta 3.000 personas. Es lógico que, por todo ello, del mismo modo como para la AO MINA, Trías cobró dinero de la StB.

El famoso político, ensayista, historiador y columnista fue reclutado por la StB a partir de su ideología, y eso significa que trabajó en favor del servicio de inteligencia checoslovaco por convicción. Pero, esto no significa que trabajó de forma gratuita: fue bien y de regularmente recompensado por su labor. Recibió no solamente botellas de whisky, cigarrillos americanos y habanos, sino también la fuerte divisa imperialista: además de pesos uruguayos, cobraba habitualmente y a cada mes, iniciales 150 dólares americanos y, a continuación, 200; lo que en aquellas épocas talvez no representase enorme suma, pero no era pequeña. La StB asimismo le financió viajes al exterior, por ejemplo, a Chile, Perú y otros países; incluso durante su periodo como diputado, cuando cobraba en razón de su cargo, es decir, cuando ya se encontraba en mejores condiciones financieras. Trías usufrutuaba de estos viajes para sí, pero también, durante los mismos, ejecutaba las mismas tareas indicadas por su oficial conductor. Además, en este contexto, redactó extensos informes que llegarían en la central de la StB en Praga y también, sin lugar a dudas, a la sede de la KGB en Moscú. En Chile, por ejemplo, tenía como misión reactivar sus anteriores relaciones con o presidente Salvador Allende. Rios necesariamente firmaba recibos por el dinero recibido: y los firmada por recomendación de la StB, con nombre falso: Felix Lopez. Todos estos recibos se encuentran en su pasta. Adjuntamos aquí uno de ellos.

Este es el mapa parcial de la ciudad de Las Piedras, esbozado por el oficial de la StB. Aquí fue señalada la casa donde vivía Rios. Vale la pena enfocarnos en un cierto aspecto: en el mapa fue dibujado un poste de hormigón (en checo: betonový sloup). Y por ser el único de la calle, servía como un muy buen punto de referencia. Otros registros del mapa: zahrada, patio trasero; chodník, acera; železniční trať: ferrocarril; rodinné domky, pequeñas casas residenciales.

Imagen del inmueble por Google Maps

Hasta hoy, en frente a la casa de Trías, sigue existiendo el antes mencionado poste de hormigón.

El servicio de inteligencia de Praga también le costeaba a Rios los gastos relacionados con el alquiler de un departamento clandestino: durante su carrera en el espionaje, hubieron tres de esos apartamentos, y servían para el contacto del oficial conductor con el agente, pues fue decidido que representaba un modo de contacto más seguro en comparación a la práctica común de encuentros en diferentes restaurantes o parques. En el apartamento clandestino no había ojos ajenos que pudieran observar los muy frecuentes encuentros entre el diplomático checoslovaco y el uruguayo. Así que, el riesgo de ser descubiertos fue reducido. Por general, los gastos con el agente Rios eran significativos, sin embargo la StB no los veía como dinero derrochado. Acorde a las evaluaciones antes mencionadas, el servicio de inteligencia de Praga valoraba a este agente, y por ser uno de los mejores, los gastos con él eran considerados apropiados. Teniendo en cuenta que sus acciones rinden frutos hasta en los nuestros días, es posible afirmar con ironía que los gastos empleados por Praga fueron efectivamente bajos.

Considerando que hasta hoy en día Vivian Trías es personaje conocido e influyente, por lo menos en los círculos de la izquierda latinoamericana, es posible afirmar con seguridad que al evaluar este agente, la StB no se equivocó.

En 1977 el servicio de inteligencia checoslovaco dio por finalizado su trabajo en Montevideo, pero los soviéticos allí permanecieron y probablemente exigieran de la StB la entrega del agente. Lo sabemos por la antes mencionada “ficha de control” en la carpeta del agente. Como también mencionado anteriormente, no sabemos nada acerca de su labor en favor de la KGB, y ni siquiera si trabajó para Moscú. Es posible que haya cumplido con las tareas del nuevo oficial conductor ruso con el mismo empeño de siempre. Sin embargo, es tan solo especulación. Lo cierto es que la KGB se llevó con el agente Rios toda una red de agentes que este habilidoso colaborador construyó, reclutándolos bajo falsa bandera, o sea, convenciendo de que trabajaban a favor del Partido Socialista. El hecho de la KGB haber recibido esta red es confirmado por las fichas de control de los agentes, las cuales y en sus respectivas carpetas, también se encuentran en los archivos de Praga. ¿Por cuánto tiempo operó esta red? ¿Siguió usando estos agentes la KGB luego de la muerte de Vivian Trías en 1980? No lo sabemos. Quizás un día sean abiertos los archivos de la KGB y salte la verdad. Tal vez algún historiador suramericano pueda investigarlo a través de profundo análisis biográfico de estas personas. ¿O quien sabe la contrainteligencia uruguaya lo haya descubierto algo y la información esté en Montevideo?

Nosotros tan solo podemos describir la actuación de esta red durante la época en que se encontraba bajo el control y la dirección de la StB. Los materiales de fuente se encuentran en Praga y los conocemos. Naturalmente detallaremos toda esta red, conforme el tiempo nos permita.

Vivian Trías es verdaderamente un personaje excepcional: entre los agentes que conocemos hasta el momento, sea en Brasil, Argentina o en Uruguay, ninguno es comparable en cuanto a su eficacia, lealtad y habilidades. También impresiona el largo periodo de tempo de colaboración con el servicio de inteligencia extranjero: trece años de labores en favor de la StB sir haber sido descubierto (no se puede olvidar que, en realidad, este periodo de tiempo resultó ser tres años más largo, porque el contacto se dio aún en 1961 y desde entonces se debe considerar colaboración de hecho), un fenómeno no muy frecuente. Este hombre fue arrestado en dos ocasiones, pero nunca delató a sus jefes de Praga. Ante los ojos del servicio de inteligencia comunista, Trías fue un agente laborioso, leal y seguro. Ciertamente se debía y era resultado de sus convicciones marxistas, pero los comunistas de Praga sabían muy bien que solo convicciones no eran suficientes, por eso se precavían para que el agente igualmente se sintiera pagado materialmente. Una prueba del hecho, por ejemplo, es el episodio donde Trías sugiere ante su oficial conductor, que le gustaría tener un pequeño televisor para que pudiese disfrutar con la esposa en su casa estival. La StB le dio 300 dólares para efectuar su adquisición; se trató de un premio especial. Des mismo modo vale la pena aquí registrar que el hecho de que, y cuando en 1973 sobrevino pausa en los contactos, originada por el golpe militar en Uruguay, la StB, que había pasado por experiencias como la de Brasil, inmediatamente cesó contacto con el agente para no ponerlo en riesgo, y tampoco a sí misma. Sin embargo, luego de algunos meses se vio que nada de malo le pasó a Trías por parte del régimen militar y el contacto fue reactivado. Durante el primer encuentro luego de una larga pausa, el agente protestó por la falta de dinero y el oficial de la StB registró: está financieramente dependiente de nosotros…

También fue significativo para la StB el hecho de que Rios no solamente funcionaba dentro del territorio uruguayo; su modus operandi era mucho más abarcador (en realidad, operó en toda América Latina). En 1964 auxilió, por ejemplo, en la ejecución de una operación activa direccionada en contra del régimen militar brasileño. En los años 70, cumplió tareas relacionadas con Chile y Perú. No hay que olvidarse: sus libros fueron publicados en España, Italia, Argentina, Chile, México y en otros países de América Latina. Por todo eso, se amplió el rayo de acción del servicio de inteligencia checoslovaco que, por medio de este intelectual, no solo ejerció influencia por todo el continente, como también más allá de Latinoamérica.

En esta caso, podemos de hecho afirmar que se constituye en uno de los agentes más eficaces que la StB reclutó na América Latina. Inició su colaboración con la StB todavía en la época en que existía un sistema democrático en el país, muy antes del golpe de estado en 1973. Con pequeña dosis de ironía, podemos decir que su colaboración persistió por más tempo que el propio periodo de gobierno militar en Uruguay. Mientras el agente trabajó para el servicio de inteligencia extranjero por 13 años, la junta militar gobernó por 11, hasta 1984. Además, no se puede excluir la posibilidad de que Rios haya sido agente por más tempo, pues aún no debemos tomar en cuenta los años 1978-1980, tiempo en que pudo haber servido como espía para la KGB.

El hecho de que, a los ojos de la StB, Trías fue un colaborador seguro, diligente y con el cual se podía contar, también es demostrado por haber sido conducido por hasta seis oficiales conductores. Sus aliases: Vlasák, Trnka, Jezerský, Hejduk, Neklan, Holubec. Cada vez que un agente es derivado a un nuevo oficial conductor, estamos ante una operación de riesgo, ya que habitualmente la relación del mismo con el agente tiene por base la simpatía personal y, cierta amistad (disimulada). Es presente el risco de que el nuevo oficial conductor pueda, por algún motivo, damnificar la relación y desmotivar el agente, o incluso perderlo. En este caso, no hubo cualquier problema: los diplomáticos checoslovacos (en realidad se trataban de espías) derivaron el agente entre sí, habiendo este seguido con su ritmo preciso de trabajo tal como un reloj suizo.

Ni siquiera el golpe de estado en 1973 afectó de forma significativa el modo o alcance de colaboración entre el agente y la StB. Más allá de la pausa forzosa en los contactos, que fue establecida por motivos de seguridad y del deterioro de las condiciones de trabajo de inteligencia (evaluación de la StB), al fin, prácticamente nada había cambiado. Rios no se desalentó ante el nuevo escenario político uruguayo y seguía percibiendo dinero, cumpliendo con una de las más antiguas tareas del mundo (al lado de la prostitución).

Luego del golpe de estado, Trías fue destituido como diputado y regresó para el liceo de Las Piedras, dónde había dictado clases de Historia. Puede que el lector esté a reflexionar en cuanto a la moral de Vivian Trías. En cuanto al hecho de que, como profesor, ejerciera influencia entre centenares de jóvenes a los cuales enseñó; pero del mismo modo tenía gran influencia por medio de sus textos y ensayos publicados, y no tan solo entre los estudiantes.

Además, hasta a los días de hoy ejerce influencia en la mente de muchas personas de convicciones de izquierda; conserva status de autoridad en la América Latina, en el terreno del pensamiento socialista (es decir, por definición, no comunista).

Acorde a los documentos de la StB, Trías por muchos años fue un leal colaborador del servicio de inteligencia comunista checoslovaco; una persona que, según la StB, podía ser comprada y controlada para que realizase las tareas establecidas en Praga.

Su carpeta lleva el número de registro 43943, el número de archivo es 16776.
Tapa de la carpeta del agente RIOS

 

Memorandum escrito antes del reclutamiento de Vivian Trías

 

Recibo de pago con fecha día 3 de mayo de 1965, manuscrito y firmado por Triás, aseverando que el señor Veselý le entregó 150 dólares americanos a Felix Lopez (“Veselý” es el nombre real del oficial de la StB, que usaba el alias “Vlasák”)
Fragmento de uno de los informes dactilografiado y apuntado por Rios [Trías]

Puesto que la carpeta del agente Rios conserva hasta 12 subcarpetas y la mayoría de ellas cuenta con 600 páginas; el material constituye una cantidad excepcionalmente grande, realidad que aporta imagen de un aspecto de la vida hasta hoy desconocido del colaborador de la StB. Aquí se hallan entre otras cosas, los detalles de las entrevistas con sus oficiales conductores; encuentros que desde el año 1961 hasta 1978 alcanzaron más de 300. En la carpeta también están los informes escritos por el mismo agente, así como la lista de todos sus contactos, los conocidos usados por él o de quienes indicó a la StB para que fueran usados, y, que a través de la ayuda de ellos (muchas veces de modo inconsciente) se efectuase actividades de espionaje. Hace falta aclarar que en numerosas ocasiones se trataban de contactos exclusivos, pues Trías fue diputado, conocía a varios e importantes políticos o periodistas, además de otras personalidades bien posicionadas. Poseía conocidos incluso en el palacio presidencial. En definitiva, para la StB era un verdadero tesoro: un hombre que, a través de su apariencia, naturaleza y características (un intelectual), no se ajustaba de modo algún con el standard imaginado de un espía. En realidad, fue un espía ideal.

El presente texto debe ser entendido como una introducción a la descripción de la labor del agente Rios. Debemos igualmente subrayar que el retrato de este hombre como colaborador secreto de la StB es resultado de imagen resultante de los materiales reunidos por este servicio de inteligencia. La extensión y el peso de los materiales, hace probable la imparcialidad de esta visión, sin embargo estaremos siempre a la orden ante polémicas abiertas asentadas en hechos, con el finalidad de alcanzar la plena verdad.

Vladimír Petrilák

[i] Video del Canal de la Fundación Vivian Trías youtu.be/QYhWvT1-PSk

[ii] Ver http://www.republica.com.uy/galeano-las-raices-de-su-pensamiento/

Testimonio de Eduardo Galeano sobre Vivian Trías en el cual relata que fue influenciado por el intelectual desde su infância en el liceo de Las Piedras como su profesor de literatura. Según Galeano, Vivian era para él “un gurú”.

Pequeño corto biográfico producido por la Fundación Vivian Trías.

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