Ahora, veamos un aspecto de este emprendimiento complicado y, sin lugar a dudas, nada fácil de ser realizado desde el punto de vista logístico, que es la instalación de una rezidentura en un país que, en lo que dice respeto a las acciones de inteligencia, para la StB era una tierra incógnita. Para ser más específicos, pensemos sobre la cuestión: “¿Cómo hacer?”. Ya se sabía que la rezidentura estaría ubicada en el edificio de la misión diplomática checoslovaca. Instalar la rezidentura en embajadas era una práctica usual ya verificada. Podemos encontrar las respuestas para la pregunta anterior en el documento intitulado “Metodología de trabajo”, que fue anexado al maletín de documentos destinados al Ministro del Interior (carpeta a la cual la StB era vinculada), sobre como nacería la nueva rezidentura y de qué modo los funcionarios cumplirían esa tarea.
En el documento de otoño de 1960 está prácticamente todo. Es aquí que encontramos la respuesta para la pregunta “¿Cómo hacer?”. Ante todo, aquí se observa el principio de que la base do trabajo de inteligencia son los contactos que los funcionario deberán construir. Se trata, acorde a lo escrito, de contactos en los “objetos de interés” – es decir, en las instituciones que, desde el punto de vista de las informaciones de interés, son vistas como las de mayor valor, como ministerios (principalmente el de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior), Banco Central, parlamento, policía, Fuerzas Armadas – los contactos entonces serían políticos influyentes, empresarios, diplomáticos, periodistas y economistas. ¿Cómo hacer para encontrarlos? Simple. A través de ceremonias oficiales, recepciones diversas, conferencias de prensa, exposiciones o eventos similares. En todo lugar donde personas como los falsos diplomáticos checoslovacos – entiéndase aquí, los espías de Praga – pudieren estar presentes. Para esta tarea de establecer esos nuevos contactos, también podrían servir los, aparentemente no tan útiles, así llamados por la StB, colaboradores ideológicos (sigla checa IS para ideospolupracovník), o sea, agentes oriundos de las filas del Partido Comunista de Checoslovaquia que actuaban en el exterior. Eran ciudadanos checos designados en la embajada o en misiones comerciales y en otras instituciones. Cómo se trataban de comunistas, entonces estaba formalmente prohibido reclutarlos como agentes, de ahí el motivo de no ser tan útiles, ya que los comunistas miembros del partido podrían generar sospechas. Entonces, fue creada una categoría especial – el colaborador ideológico –, lo que en la práctica correspondía a un agente, es decir, un colaborador secreto de la StB. Los IS en Latinoamérica trabajaban principalmente en misiones comerciales, embajadas o como periodistas. Esos miembros del partido, de forma voluntaria o no tan voluntaria, poco antes de su partida, asumían el compromiso de colaboración secreta con la StB. El servicio de inteligencia, cuando no pudiendo premiarlos financieramente por los servicios, como lo hacían con los demás agentes, contaba frecuentemente con su cooperación y los aprovechaba – el documento sobre “Metodología” de instalación de las rezidenturas también hace referencia a esos detalles. Estas personas, no siendo espías por vocación, muchas veces eludían abiertamente a la colaboración, pero, en mayor o menor grado, tenían una gran ventaja que valía oro, principalmente en Montevideo. Lo IS ya habían ocupado el puesto en el país, conocían el Uruguay y poseían una red natural formada por conocidos y contactos, lo que justamente hacía falta a los recién instalados oficiales de la inteligencia. Y en así tratándose, los IS eran importantes para la inteligencia porque compartían también sus conocidos y contactos con la rezidentura, y esta podía aprovecharlos dándole continuidad y agilizando el trabajo a partir de esa red ya existente.
La StB, como lo demuestra su “Metodología”, también debería pescar en aguas turbias; como las de la alta burguesía o miembros de familias de uruguayos que vivían en Checoslovaquia, así como los turistas uruguayos de visita al país.
La Metodología aquí mencionada estaba relacionada, es cierto, con un país en concreto, el Uruguay, pero sin dudas en este documento también se tomó en cuenta el conocimiento adquirido durante los 15 años de experiencia en espionaje que el servicio de inteligencia de la StB acumuló desde su surgimiento de hecho en 1945 (formalmente, el servicio de inteligencia para o exterior de la StB fue organizado en 1947). Es llamativo el hecho de que no exista aquí ninguna mención sobre una eventual ayuda de la KGB soviética, que poseía su rezidentura en el Uruguay desde los años 50. Luego, parece confirmar la práctica existente – la KGB no poco auxiliaba la StB, los vectores de esta cooperación habían sido definidos de una otra forma: era la StB que servía a los soviéticos.
Procedamos. En la carpeta dedicada a la rezidentura en Montevideo, podemos encontrar un documento elaborado en Praga, que evalúa el trabajo realizado durante el primer trimestre de 1961. Aquí fue registrado que, la nueva rezidentura, en razón del corto periodo de trabajo, aún no había realizado actividades de inteligencia, pero el residente ya conduce dos colaboradores ideológicos adquiridos por la central aún en Praga; se trata de los IS SAMUEL e IS VLNAS. SAMUEL probablemente es el agente al cual ha sido dedicada la carpeta con el número de registro 40.020, VLNAS, a su vez, probablemente es la persona descripta en la carpeta con el número de registro 43.059 (1927-1996). Según los datos disponibles en la página de internet del archivo checo del servicio de seguridad, SAMUEL es Martin Sakál y VLNAS es Rastislav Hrabánek. Podemos encontrar la confirmación en otro documento de la señalada capeta, en la cual se encuentra una copia escaneada de la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores checoslovaco para el MRREE uruguayo, dónde está registrado listado con el personal de la embajada checoslovaca. La nota está en idioma español. Ambos señores están en este listado. Acorde a la documentación de la StB, se sabe que SAMUEL era un representante comercial que “cumplió con todo que le fue solicitado” y la StB lo usó para que apuntase a personas por las cuales valía la pena interesarse. VLNAS era un delegado comercial, un nuevo camarada “con gran disposición en ayudarnos” – según el informe de 5.9.1961 escrito por el capitán de la StB Vlasák (“Vlasák”, nome real: Vlastimil Veselý), nacido en 5.5.1926.
La ilustración anterior es el fragmento de un documento de diciembre de 1963, donde la central en Praga informa la rezidentura de Montevideo que fue enviado un “regalo” para el ŠO, o sea, a la Sección de criptografía (en checo šifrové oddělení) en la rezidentura. El regalo se trataba de una ametralladora (en checo samopal), lo que nos da la noción de como esa sección era importante, ya que el funcionario (lógicamente también de la StB) en caso de necesidad debería defenderla incluso con el uso de una arma de fuego. Por otro lado, también es prueba de que esta rezidentura, en 1963, había logrado grande importancia a los ojos de Praga, más aún sí comparada al inicio de su funcionamiento, pues ya se hacía necesario el envío de una arma. En este año de 1963, la rezidentura finalmente pudo “trabajar” dos contactos (es decir, figurantes) a tal punto que ya era posible hablar acerca de la llamada fase de pre reclutamiento. Significa, pues, que estos figurantes creaban una expectativa tamaña, que Praga estuvo de acuerdo que los reclutamientos fuesen realizados. El agente RARACH (nº. reg. 43.672) fue uno de ellos. Reclutado en Uruguay -tampoco Praga estuvo inerte-, en 1963 tuvo inicio el “trabajo” del embajador del Uruguay en Checoslovaquia, Brondi. La StB se encontró que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay estaba con os sus pagos atrasados y por eso, el embajador estaba a las órdenes para negociar con el lado checoslovaco acerca de los acuerdos comerciales: seguramente se trataba de posibilidad en adquirir alguna mayor comisión sobre transacciones finalizadas. Nos referimos aquí sobre “trabajar”, pero no significa su reclutamiento, sino de que la StB estaba reuniendo informaciones acerca de este hombre. En el Libro de registros de protocolos de archivo, el embajador Marcos Brondi (nacido en 04.12.1911) es mencionado, fue blanco de reconocimiento del contraespionaje (Departamento II) y contiguo a su nombre está la letra “A”, lo que sugiere la conversión en un agente, pero como no investigamos su carpeta (alias LESŇÁČEK, nº. reg. 21.329, nº. archivo 747443, II Departamento), no podemos manifestarnos acerca de su eventual colaboración con la StB. Es un tema a ser investigado.
Volvamos a Montevideo. El número del personal de la rezidentura en comparación al año de 1961 cambió significativamente. Según la nota del residente Vlasák sobre un encuentro colectivo que ocurrió en una cierta confitería en Montevideo, sabemos que efectivamente participaran de este encuentro cinco personas – además del residente Vlasák, también los camaradas Amort, Hejduk, Kabeš y la camarada Hornová (todos aliases). La camarada Hornová trabajaba en la embajada como corresponsal de la sección comercial: su tarea era registrar y “trabajar” la base de mujeres en el ámbito da lucha contra el enemigo principal (es decir, los EUA). Durante los primeros meses de estada en Uruguay, en razón del exceso de trabajo (legal), no tuvo tiempo para practicar su deporte favorito – arco y flecha.
En otro documento importante de diciembre de 1963, encontramos la evaluación del trabajo realizado en la rezidentura y las directrices sobre la próxima dirección de trabajo. En la novena página de este extenso material podemos leer las siguientes palabras: “Al final del periodo de dos años, la inteligencia de la Checoslovaquia en la América Latina alcanzó suficiente experiencia en la ejecución de operaciones activas, que se convirtieron en una parte imprescindible del trabajo en la rezidentura. Por eso, en el año de 1963 también es posible avanzar a una fase superior y más ofensiva y, usar la desinformación, gracias a la cual podremos debilitar la posición del enemigo principal en los países latinoamericanos; se tratan de acciones eficaces y en cadena, que preferentemente sean de alcance continental y altamente políticas en el ámbito de acciones principales, a ser determinadas por planes, o ejecutadas en conjunto, con los amigos soviéticos.” Otra afirmación importante mencionada en este documento mucho expone acerca del carácter del trabajo del servicio de inteligencia, y, la culminación de la formación de un aparato especial de agentes; la mayor parte de este “aparato” es formada por contactos secretos, destinados a la realización de operaciones activas.
Ahora ya se trata de un trabajo subversivo de la más alta calidad, y que el servicio de inteligencia checoslovaco nunca antes hubiera realizado en América Latina.
Como podemos observar, la rezidentura uruguaya fue un complemento natural del funcionamiento de la StB en todo el continente suramericano. No se trató solamente de una rezidentura impulsada en un pequeño país, pero sí parte de un todo. Es de esa forma que se debe ver a cada una de las rezidenturas del servicio de inteligencia checoslovaco, la StB.
Vladimír Petrilák
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